Un documento contable de 1920 acredita en dicho año la fundación de Destilerías Belmonte. Es posible que Joaquín Belmonte Valdelvira anduviera ya en la fabricación de aguardientes y licores que elaboraba de forma tradicional con hierbas y frutas de la huerta de Murcia.

Se le veía ir y venir con un carro de Nonduermas a Murcia, donde vendía el Brandy Belmonte, especialmente en la plaza del Arenal, centro neurálgico de la Región de Murcia en aquella época. En cuyos bares, los cafés Arenal, del Siglo, Moderno y del Sol, nació la combinación perfecta de brandy y café, que al grito de “ponme un belmonte”  servían los camareros de los cuatro atestados bares de la plaza.

Un hecho que marcó la historia del belmonte fue en los años 60, pues se procedió al derribo de la manzana de edificios más próxima al antiguo Hotel Victoria, donde se encontraban los tradicionales y concurridos cafés del Arenal, haciendo desaparecer los mismos para hacer más amplia la plaza, disminuyendo la afluencia y favoreciendo la expansión de “El Belmonte” que pronto se popularizó por toda la Región de Murcia, llegando a otras zonas mediterráneas, siendo una bebida propia de la clase trabajadora.

A principios de los años 70, Destilerías Belmonte pasa a manos de Alfonso Belmonte Frutos, la tercera generación, quien se encarga de modernizar la empresa manteniendo el sistema artesanal de fabricación del brandy.

Artículo de Pedro Simón Muñoz, cronista oficial de Nonduermas, argumentando que la bebida de café, leche y licor que fue bautizada como “café Belmonte”, debe su origen al brandy de las “Destilerias Belmonte”